Esto es demasiado: no dejemos que también se apropien de la historia y nuestros próceres.
Que Néstor no sea a San Martín lo que Chávez es a Bolívar.
Recuerdo que cuando estudiábamos a aquellos hombres que a pesar de sus limitaciones, enfermedades, problemas y circunstancias se ponían la Patria al hombro, admiraba las grandes empresas que acometían.
Muy distinto es ahora, en que todo el mérito reside en roscas y trenzas de local partidario, arreglos espurios con punteros estrella y negociados con empresarios inescrupulosos.
Pero estos politiqueros de cabotaje, queriendo ocupar un mejor lugar en la corte de adulones, tienen la osadía de comparar un militante que llegó a Presidente con la estatura del Padre de la Patria.
Kirchner ya es el Eternauta, muchas calles de Argentina, plazas, escuelas y barrios, campeonatos de football y nombre omnipresente de salas, salones, parques y paseos. Es como una metástasis patrioteril.
Pongámosles un límite. Que el límite sea San Martín. Una cordillera que no puedan pasar.
Que Néstor no sea a San Martín lo que Chávez es a Bolívar.
Recuerdo que cuando estudiábamos a aquellos hombres que a pesar de sus limitaciones, enfermedades, problemas y circunstancias se ponían la Patria al hombro, admiraba las grandes empresas que acometían.
Muy distinto es ahora, en que todo el mérito reside en roscas y trenzas de local partidario, arreglos espurios con punteros estrella y negociados con empresarios inescrupulosos.
Pero estos politiqueros de cabotaje, queriendo ocupar un mejor lugar en la corte de adulones, tienen la osadía de comparar un militante que llegó a Presidente con la estatura del Padre de la Patria.
Kirchner ya es el Eternauta, muchas calles de Argentina, plazas, escuelas y barrios, campeonatos de football y nombre omnipresente de salas, salones, parques y paseos. Es como una metástasis patrioteril.
Pongámosles un límite. Que el límite sea San Martín. Una cordillera que no puedan pasar.